·Título: La paradoja del bibliotecario ciego
·Autores: Ana Ballabriga y David Zapalana
·Género: nove negra
·Fecha de publicación: marzo 2018
·Editorial: Amazon Publishing
·Número de páginas: 469

Todo empezó con un golpe, un porrazo, un crujido.

Fue en noviembre de 2016 cuando reseñamos la novela que ganó el Concurso Indie de Amazon de ese mismo año y, por nuestra parte, Ningún escocés verdadero se llevó una crítica muy favorable. Así que me ha hecho especial ilusión cuando Ana Ballabriga (1977. Candasnos, Huesca) y David Zaplana (1975. Cartagena, Murcia) se pusieron en contacto conmigo para que, desde A Librería, reseñásemos su último trabajo, esta vez editado por Amazon Publishing.

Ella es psicóloga y él Ingeniero de Telecomunicaciones. Y, por supuesto, escritores. Y, como decía, no son figuras nuevas en el panorama de la literatura, pero esta no es su única vocación. Juntos montaron la empresa ADN Visual dedicada a la producción y realización de contenidos audiovisuales. También han llevado a cabo varias cortometrajes con los que han recibido distintos premios: Modern Life, guión ganador del concurso de guiones Exprésate Sony; Águeda, segundo premio del concurso Murcine; La Decadencia del Club, mención especial del jurado en el Festival de Cine en Murcia.

Además de Ningún escocés verdadero (2016), han publicado los títulos son Tras el Sol de Cartagena (2007) y Morbo Gótico (2010). Cabe decir que en ámbito literario también han sido premiados por diversos relatos.

Y, como ya es costumbre, aquí os dejo la sinopsis oficial de la obra:

Confianza y engaño, fidelidad y traición, amor y abuso.

¿Qué hacer cuando tus peores miedos, tus más siniestras pesadillas, tus recuerdos más amargos se agazapan junto a ti, tras la puerta contigua, o duermen a tu lado, en tu misma cama?

Poco imaginaba Camilo, escritor de novela negra de gran éxito aunque de escasa altura literaria, que el hallazgo de una llave escondida dentro de una pistola que perteneció a su padre iba a desatar una serie de acontecimientos que revelarían secretos de sus seres más cercanos y de sí mismo. Poco a poco, los miembros de su familia se adentran en un laberinto infernal del que no saben escapar… acaso porque no existe salida.

En esta novela negra, coral y no exenta de crítica social, los personajes se ven envueltos en una espiral imparable de violencia en la que cada uno se muestra como víctima y verdugo, donde el claroscuro del alma humana aflora con todo su esplendor y muestra también su faceta más oscura.

De este pequeño resumen diré que lo que más nos deja adivinar lo que nos encontraremos es la definición de novela coral. El resto no dejó de sorprenderme, confundirme y, en cierto modo, me resultó complicado intimar con el espíritu de la novela hasta bien avanzadas sus páginas. Algo que, de cualquier forma, me sorprendió, después de haber disfrutado tantísimo con Ningún escocés verdadero (obra realmente destacable).

Por un lado tenemos a Camilo, escritor de éxito por sus novelas negras de corte comercial protagonizadas por Fulgencio León. Un personaje principal que pretende ejercer el papel de antagonista y protagonista a la par, que intenta mostrar una dualidad difícilmente conseguida. Como lectora, me ha costado entender su rol en la historia, no he logrado conectar con él pero, tampoco, llegar a repudiarlo. La baza fuerte de la novela es algo débil, por lo que el primer paso en la lectura se me hizo complicado.

Su mujer se había ido de viaje de trabajo, su hijo al instituto, a la criada le había dado el día libre. Camilo se encontraba solo en su despacho, su paraíso con vistas al mar, al impresionante acantilado de roca oscura que formaba la muralla infranqueable de su particular castillo. Pensó en el beso, un roce de labios suaves y delicados, que desde entonces protagonizaba todos sus sueños. Pura era una mujer misteriosa, impredecible, atractiva, el prototipo perfecto para encarar a uno de sus personajes de mujer fatal.

De otra mano tenemos a Beatriz, su mujer, que es tratada con desprecio y malas formas por su marido. A su vez, ella trata de manera clasista e indecorosa a Halima, la mujer musulmana que sirve en su hogar. Para cerrar este círculo, tenemos a Rodrigo, el hijo del matrimonio, que es un abusón en potencia.

En la otra cara de la moneda contamos con Remedios, la hermana del escritor, y Antonio, el esposo de esta. La pareja tiene dos hijos, Sergio y Paula. Para hacer un pequeño esquema: Sergio y Rodrigo con archienemigos en el colegio, Antonio y Beatriz (cuñados) tendrán una relación y, al mismo tiempo, Sergio y Turia, la hija de Halima, forjarán una relación de amistad muy especial.

 

En medio de los reveses familiares, muy abundantes, que crean un gran clima de inestabilidad en la novela, nos encontramos con el caso que desvelará Camilo al encontrar la llave: su padre ha dejado un piso en herencia a Purificación, una completa desconocida para la familia. Este será el núcleo central de la trama de la novela pero, ni de lejos, al que los dos autores le dediquen la mayor importancia.

De repente había descubierto su soledad, una soledad rotunda.

En narrador en tercera persona saltará constantemente de un personaje a otro, estructurando la obra en capítulos cortos, de lectura muy ágil y poco descriptivos. Un estilo que resulta muy diferente al que encontramos en Ningún escocés verdadero. Aunque al principio resulta un poco complicado seguir las líneas argumentales, su lectura es bastante amena aunque, desde mi perspectiva, la intriga no consigue ser lo suficientemente aguda hasta que nos acercamos al final. De las más de 400 páginas, he tenido que esperar a la mitad para intentar entender qué era lo que necesitaba saber al leer ese libro.

Decía que el enigma del padre de Camilo era el eje principal pero no el que ocupa la atención literaria. El protagonismo recaerá en Sergio y en Turia y en la desaparición de Dani, el mejor amigo del muchacho, tras una acalorada pelea con Rodrigo y sus secuaces. El violento acoso que tanto Sergio como Turia sufrirán en el instituto será un tema recurrente que encierra, obviamente, una fuerte crítica social.

Turia acaba de convertirse en mujer. Y una mujer debía ser capaz de tomar el timón de su vida.

Y sí, la crítica social es tal vez lo más importante. También la vemos en la figura de Turia, una niña sometida a una familia musulmana profundamente religiosa. Y, a su vez, en los malos tratos sufridos por Beatriz a expensas de su marido. Por cierto, en contraposición a la feroz protagonista «L» de la anterior obra de Ana y David, en La paradoja del bibliotecario ciego cuesta encontrar era personalidad femenina fuerte.

51Oxc-7LJqL.jpg

El significado real del título bailará a nuestro alrededor durante toda la novela como una incógnita un tanto pretenciosa pero, innegablemente, interesante. En ese punto, las alusiones a Borges son muy habituales, teniendo gran relevancia la influencia del autor en la obra de Umberto Eco El nombre de la rosa:

—Umberto Eco es un gran admirador de Borges, de su pensamiento. ¿Recuerdas el nombre del bibliotecario ciego en la novela? 

—Jorge de Burgos.

—¿Y no te recuerda a nadie?

—Cierto. Jorge Luis Borges.

—Exacto. Borges fue directos de la Biblioteca Nacional cuando se había quedado prácticamente ciego. Como ves, el personaje del monje español tiene un claro referente.

 

En este punto, la literatura tiene un peso también importante por la propia profesión del protagonista. Pero al contrario de mostrar una visión idealista del escritor y la pluma, del amor por el oficio, se critica duramente su escritura superficial, su falta de profundidad y objetivos reales. Me ha resultado, vuelvo a recalcar, muy interesante que David y Ana hayan elegido un protagonista repudiado y, diré, malvado para llevar el peso protagonista de la obra. Me gustan estos riesgos, me gusta ver que en las novelas se puede arriesgar y romper moldes; pero creo que en este caso el experimento no ha salido del todo bien.

—Me ha sorprendido mucho tu elocuencia para manifestar en pocas palabras que la literatura de mi hijo es una porquería.

El género de novela negra se lo podemos otorgar hacia el final, hasta entonces casi podríamos hablar de una mezcla entre historia familiar y young adulten un batido un tanto desconcertante. Sin embargo, sobre todo esto, pesa una narrativa propia de dos escritores consagrados de la que no puedo obviar su calidad.

En conclusión, una novela que pretende buscar una profundidad no del todo hallada. La fórmula de obra coral crea diversas lineas argumentales que no logran despertar un interés contundente y el misterio se disipa con facilidad. Cabe destacar la importancia de la crítica social y las intenciones importantes que los dos autores muestran en este aspecto. Sin embargo, la innovación y el atrevimiento no terminan de encajar, dejando un resultado más bien irregular, a pesar de la calidad de la narración.

Valoración: Aprobado

Adquiere La paradoja del bibliotecario ciego aquí

4 comentarios sobre “La paradoja del bibliotecario ciego, de Ana Ballabriga y David Zaplana

  1. Al haber leído la novela, entiendo lo que dices y por qué lo dices. Yo también me encontraba perdida intentando ubicar el hilo argumental de la novela hasta bien avanzada la trama. Para mí, tras terminar, la fuerza de la historia radica es saber si esa violencia es coyuntural o circunstancial. Sorprende que ningún personaje se libre de un acto violento, a partir del cual siempre hay consecuencias, lo que ha conseguido que mi compasión lector brille por su ausencia.
    Creo que a mí me ha gustado algo más que a ti.
    Un abrazo
    (si te apetece, te invito a que te pases por mi blog y leas mi entrada sobre esta lectura)

    Le gusta a 1 persona

    1. Acabo de leer tu reseña, Carmen. Y también la comparto y estoy de acuerdo con ella. No creo que sea una mala obra, tal vez yo no he sabido digerirla bien. Sin embargo, es singular cuanto menos (y el estilo de los autores me encanta).

      Gracias por pasarte por aquí 🙂

      Me gusta

Deja un comentario