#PGB19|Voces en la ribera del mundo, de Diana P. Morales

[Título: Voces en la ribera del mundo]
Autora: Diana P. Morales
Género: ciencia ficción
Fecha: mayo de 2019
Editorial: Triskel
Páginas: 350
Cómprala aquí
[Valoración: Sí, recomendable]

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¡Seguimos con nuestra participación en los Premios Guillermo de Baskerville que organizan nuestros colegas de Libros Prohibidos! Este año, como ya sabéis, A Librería forma parte del jurado de novela. Y hoy os traigo la segunda de tres aportaciones al evento. Tras Asuntos de Muertos, de Nieves Mories, llega Voces en la ribera del mundo, de Diana P. Morales.

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De Diana P. Morales no habíamos hablado nunca en esta página. No al menos directamente de ella y de lo que supone su figura para la literatura actual. Sin embargo, sí habíamos hablado del Premio Ripley y de Atrasis, dos antologías de cuya organización la autora forma parte. Por ello creemos que merece una pequeña biografía aunque es algo que ya no solamos hacer:

Diana P. Morales lleva más de veinte años dedicándose a dar clases de escritura creativa. Dirige la plataforma conocida como el Portal del Escritor e imparte talleres literarios (presenciales y online). Así, se encarga de formar y dirigir a futuras escritoras hacia el camino de la publicación.

Ya sabéis: lo bueno, si breve…

Pero hablemos de una vez de la novela que hoy nos ocupa. Porque con Voces en la ribera del mundo he descubierto un formato que no me había encontrado demasiadas veces con anterioridad (recuerdo ahora mismo Aracnefobia, de Celia Añó, aunque dicen por ahí que este tipo de estructura está de moda), y que me devuelve a mis antiguos deseos de descubrir una literatura centrada en el cómo y no en el qué. Porque el qué ya se nos facilita al principio.

Antes de adelantarme, quiero mencionar que la obra nos transporta (o, más bien, imagina) a una Tierra al borde de su destrucción. Esto la autora lo deja claro desde el principio, y así el lector puede centrarse en descubrir los entresijos de una novela que gira en torno a los tropos clásicos de la ciencia ficción apocalíptica: el porqué ha sucedido la catástrofe y qué le espera a una especie humana cada vez más disgregada. A lo largo de sus catorce capítulos desordenados y supuestamente autoconclusivos, Voces en la ribera del mundo responderá a esas preguntas (y a algunas más que nos haremos a lo largo de la obra). Como si la autora tejiera un tapiz por partes aleatorias hasta que, al final, todo tiene sentido. O, más que al final, puede que en una segunda lectura, pues me he quedado con la sensación de no haber sido capaz de apreciar todos los detalles de la historia. Este es sin duda un libro para releer. O para, incluso, intentar leer en un orden distinto del prefijado con tal de captar el máximo de detalles del universo reflejo del nuestro que crea Diana. Lanzo el reto. Y sí, digo universo. Porque la acción no solo se centra en el planeta azul. En fin, que me enrollo.

Unas naves abandonan la Tierra en un momento crítico para explorar el espacio exterior en busca de un nuevo hogar. Esta parece ser al principio de la novela su premisa principal (o su telón de fondo), pero, en realidad, no hay otra más allá de la propia destrucción del planeta: todos los capítulos se dan la mano y crean una pequeña base que más adelante se nos antojará indisoluble, a veces hasta con temas completamente distintos (familia, amor diverso, corrupción, avance…), explicando situaciones muy dispares, llevando al lector a disfrutar de distintos géneros literarios (o intenciones, según se mire) dentro de una obra de poco más de trescientas páginas. Ejemplos de estos son los de Emma, una niña en el espectro; o Ngiri, que forma parte del viaje que comentábamos al principio. A la primera (que me ha recordado al protagonista de la serie Atípico, y que creo por propia experiencia que está bastante bien representada) le asaltan las dudas en el fin del mundo, pero es capaz de mostrar su practicidad y de seguir creciendo y aprendiendo. Y adaptándose todo lo que su situación le permite. La segunda, en cambio, se marcha de su hogar sin saber si va a volver y sin saber si está perdiendo el tiempo. Otro ejemplo de personaje que me ha parecido magistral es Olya Solovióva, una mujer misteriosa y curtida que sobrevive a duras penas y que cierto día es convocada para una misión especial para la que no sabe si está preparada.

Sé que estos personajes que menciono son parte de los que la propia sinopsis del libro habla, pero, dejando a un lado que soy malísimo recordando nombres, diré que merece la pena que descubráis las múltiples historias, sus esencias y cómo estas se van mezclando vosotras mismas.

Por ponerle algún pero a la novela, diré que algunas situaciones presentadas y algunos de sus personajes (o, mejor dicho, la primera impresión que nos llevamos de ellos) pueden parecer algo típicas. Pero tampoco importa demasiado, porque el realismo que Diana le otorga a su elenco (cada individuo protagonista crece muchísimo en cuestión de cinco páginas o menos) os hará sentir muchas cosas. Y también lo harán los pequeños detalles, como los múltiples pasajes en distintas lenguas o las situaciones apocalípticas y sus consecuencias, que nos harán sentir asco por el ser humano una vez más (un punto para Diana), miedo por nuestro hogar y un poco de culpa por no estar haciendo las cosas tan bien como deberíamos.

Permaneced atentas a nuestro podcast, Café Librería; en unos cuantos días lanzaremos un programa especial dedicado a los Premios Guillermo de Baskerville. Carla Plumed, Isa Janis y un servidor charlaremos sobre los libros que nos ha tocado reseñar y habrá alguna que otra sorpresa.

Y nada, vuelvo en unos días con la reseña de El arcano y el jilguero. Y con noticias. Tendréis noticias muy jugosas sobre A Librería y cierta fusión antes de que acabe el año.

¡Nos leemos!