Título: Rendición
Autor: Ray Loriga
Fecha de su composición: 2017
Edición: 2017 – Tapa Blanda
Editorial: Alfaguara
Ray Loriga, nacido en 1967, es novelista, guionista y director de cine. Entre sus obras literarias podemos destacar Lo peor de todo (1992), El hombre que inventó Manhattan (2004) y Za Za, emperador de Ibiza (2014). Ha dirigido dos películas La pistola de mi hermano y Teresa, el cuerpo de Cristo.
Este año ha sido el merecedor indiscutible del Premio Alfaguara de narrativa con una novela que continúa con su clásico estilo poco descriptivo, carente de guiones y con personajes cuyo nombre o físico son lo de menos.
La historia no parece definida en ningún espacio ni tiempo concreto. Podemos intuir que está situada en una España actual devastada por una nueva guerra, sin especificar si es civil o no. Tampoco importa, importa centrarse en el protagonista. Un hombre casado cuyos dos hijos se encuentran combatiendo en el frente mientras él continúa con su mujer y un niño rescatado con mutismo al que llaman Julio.
La guerra para los padres no es la guerra de los hombres que pelean, es un guerra distinta. Aguardar es nuestra única tarea. […] Ella y yo, […] nos levantamos cada día bien dispuestos.
Nuestro amor, enfrentado a esta guerra, se va haciendo fuerte.
Llega el momento en que la autoridad considera necesario evacuar la zona por seguridad, no hay opción posible. Se ven obligados a quemar su propia casa y serán evacuados junto al pequeño Julio a la “Ciudad transparente”. El traslado es toda una delicia narrativa, tal vez una de las partes más sobresalientes de la obra en sí, que es capaz de mantener vivo el suspense de saber a dónde van, cómo será ese magnífico oasis de paz lejos de la guerra, pero también lejos de su casa, su vida anterior y, lo peor de todo, de su libertad como seres humanos. La dureza del camino a la nueva ciudad hace que al principio se permitan olvidar de todo lo que han perdido.
Muertos desde luego no se veía ninguno, pero rastros de sangre había por todas partes y también disparos en las paredes, como si se hubiese fusilado a más de uno […] sin verse nada, lo que podía imaginarse daba de sobra para mil noches de pesadillas.
Tras los infortunios salvados durante el trayecto y un exquisito análisis social sobre el lado más primitivo del ser humano por repartir egoístamente los recursos para alimentarse hasta llegar a la Ciudad Transparente, se descubre que se trata de una fortificación situada dentro de una cúpula de cristal totalmente traslúcida.
Es en esta segunda parte donde nos vemos asombrados por un toque de ciencia ficción. El control por parte de las autoridades es total. Las viviendas son completamente transparentes, la intimidad personal no existe, los trabajos son asignados, los movimientos de los ciudadanos completamente rutinarios y fijados. Incluso los excrementos son transparentes y carecen de olor.
En un principio nuestro protagonista se encuentra a gusto. Al fin y al cabo, han huido de la guerra y del evidente peligro que la misma acarrea. Pero esta situación va tomando forma al ir adquiriendo conciencia de la realidad: la falta de libertad es absoluta, gobierna la manipulación de las personas e, incluso, la lobotomización proveniente del agua de consumo. El protagonista irá sintiéndose cada vez más solo y menos querido, progresivamente irá perdiendo a la mujer y a al niño como los había conocido hasta entonces.
No es de extrañar que la novela, escrita con el estilo propio que ha acompañado a Loriga durante toda su obra, haya recibido dicho premio. Sin embargo, el concepto de nueva ciudad controlada de recinto cerrado creado para proteger (más bien controlar) a los ciudadanos me recuerda de forma más o menos descarada a obras como 1984 de George Orwell, a Un mundo feliz de Huxley e incluso a Por último el corazón de Margaret Atwood.
Valoración: Bien, bien
Buena recomendación, aunque de Ray Loriga lo que más me ha gustado han sido sus cuentos. Saludos
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Pues sí que tiene buena pinta. Ya me gustaba lo que había visto sobre la novela, pero la reseña casi que me ha convencido del todo.
En su día leí Héroes y me gustó bastante, así que seguramente retome a este autor.
¡Gracias!
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